El grupo Philips ha trasladado su sede italiana de Monza a Milán. El traslado ha supuesto una oportunidad apasionante para estructurar el espacio interno en base a dos facetas importantes de la filosofía de empresa: el trabajo en equipo y la cooperación interfuncional. Una oficina particular es un concepto que pertenece al pasado; hoy en día, el espacio se conforma de manera a facilitar la creatividad y el intercambio. Con el programa Philips Workplace Innovation en mente, el interior del edificio ha sido interpretado como una sola entidad y transformado en una combinación de espacios móviles de trabajo, espacios de trabajo en grupos, espacios tranquilos y salas de reunión, todos vinculados los unos a los otros mediante pasillos cortos. Los empleados y los gestores solo pueden modificar los espacios de trabajo según su función o el proyecto al cual han sido asignados.

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