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Para la sede de una empresa financiera situada en el segundo distrito de París, el Studio Vincent Eschalier ha imaginado un espacio de trabajo donde la materia y la luz desempeñan un papel fundamental. Organizado en torno a una claraboya central, el espacio de 600 m² se articula en torno al metal en sus diversas formas.

Desde la entrada, el Metal Skarp se impone con una puesta en escena impactante. Con su relieve texturizado y su brillo metálico, aporta una dimensión escultórica a las superficies. Utilizado en los tabiques curvos, el metal refleja la luz y la difunde por todo el espacio. El roble Astrakhan negro, con sus matices profundos y su apariencia aterciopelada, infunde una atmósfera íntima y sofisticada. En cuanto al Olmo T333, se manifiesta en volúmenes generosos, aportando calidez al espacio gracias a su veteado sutil y su tono natural.

Este proyecto singular encarna una visión contemporánea del entorno corporativo, donde los materiales nobles y las líneas arquitectónicas se armonizan para ofrecer un espacio funcional e inspirador.